
Si eres de los que disfrutan de perderse en la montaña, lanzarse al monte con mochila a la espalda o improvisar una noche bajo las estrellas, este artículo está escrito pensando en ti. Y es que, cuando hablamos de supervivencia en la naturaleza, no hay accesorio más infravalorado y a la vez más imprescindible que una manta térmica. ¿No te ha pasado alguna vez que te pilla el mal tiempo, baja la temperatura de repente o simplemente necesitas una capa más de protección? Pues justo ahí es donde este pequeño gran invento entra en juego.
En este post vamos a explicarte qué son las mantas térmicas de supervivencia, cuáles son sus características técnicas, todos los usos que tiene (que no son pocos), cómo utilizarla correctamente, sus pros y sus contras y, por supuesto, dónde puedes hacerte con una de calidad que te acompañe en tus próximas aventuras. Porque en TSSM no solo vendemos equipamiento táctico: lo usamos, lo conocemos y sabemos perfectamente qué funciona en la vida real y qué no.
¿Qué es una manta térmica de emergencia?
La manta térmica, también llamada manta de supervivencia o manta espacial, es un accesorio de emergencia fabricado con una fina película de poliéster aluminizado (PET o Mylar) que tiene la capacidad de reflejar el calor corporal. Nació en el ámbito aeroespacial, pero hoy en día es un básico en cualquier kit de supervivencia, botiquín o en las mochilas tácticas de montaña de cualquier aventurero que se precie.
¿Su función principal? Ayudarte a conservar el calor corporal en situaciones donde tu temperatura puede bajar peligrosamente, como en casos de hipotermia, exposición prolongada al frío o accidentes en entornos remotos.
Algunas características técnicas que debes conocer
Aunque parezcan simples, las mantas térmicas esconden bastante ciencia detrás. Aquí van algunas de las características que conviene tener claras antes de elegir una:
- Material: normalmente están hechas de poliéster aluminizado o Mylar, dos materiales ultraligeros, flexibles y capaces de reflejar hasta el 90% del calor corporal.
- Peso y tamaño: suelen pesar entre 50 y 100 gramos y plegadas caben en la palma de la mano. Extendidas, miden aproximadamente 1,60 x 2,10 metros, lo suficiente para envolver a un adulto.
- Resistencia: no son impermeables al 100%, pero ofrecen una buena protección frente a la lluvia ligera, el viento y el polvo. Eso sí, conviene tratarlas con cuidado porque son finas y pueden rasgarse.
¿Para qué sirve? Principales usos de la manta térmica
La auténtica magia de las mantas térmicas está en su versatilidad como uno de los accesorios de supervivencia más útiles. Aunque a primera vista parecen una simple lámina brillante de plástico metalizado, lo cierto es que son uno de los accesorios más completos y multifunción que podemos llevar en nuestra mochila. Aquí te detallamos sus usos más importantes, tanto en situaciones críticas como en aventuras cotidianas al aire libre:
- Conservación del calor corporal y prevención de la hipotermia: Este es su uso principal y el más conocido. Cuando las temperaturas caen en picado, el cuerpo comienza a perder calor rápidamente, especialmente si estás mojado, lesionado o simplemente inactivo. En estos casos, una manta térmica actúa como una barrera reflectante que retiene tu propio calor corporal y lo devuelve hacia ti, ayudando a mantener tu temperatura estable y evitando la temida hipotermia. Lo ideal es envolver todo el cuerpo (incluyendo la cabeza) con el lado plateado hacia dentro, sellando los bordes lo mejor posible para evitar la pérdida de calor por convección.
- Protección contra el calor y la radiación solar: Aunque parezca contradictorio, también sirven para protegerse del exceso de calor. Cuando el sol aprieta, sobre todo en zonas sin sombra como desiertos o alta montaña, puedes utilizar la manta térmica como refugio improvisado o toldo reflectante. En este caso, se coloca el lado plateado hacia fuera para reflejar los rayos solares y mantener una zona más fresca debajo. Esto puede ayudarte a evitar golpes de calor, insolaciones o deshidratación en condiciones extremas.
- Impermeable de emergencia o refugio improvisado: ¿Te pilla una tormenta en mitad de una ruta y no tienes refugio cerca? La manta térmica puede hacer las veces de poncho, toldo o tienda improvisada. Aunque no es impermeable al 100%, su resistencia al agua es más que suficiente para protegerte de una lluvia ligera o el rocío nocturno. También puedes usarla para cubrir tu mochila o equipo y evitar que se mojen durante una travesía.
- Esterilla aislante o saco de dormir improvisado: Otra función muy práctica es usarla como aislante entre el suelo y tu cuerpo o como envoltorio completo si tu saco de dormir se ha mojado o directamente no lo llevas. Colocándola debajo de ti, evitarás que la humedad o el frío del terreno penetren en tu ropa. En condiciones extremas, puedes enrollarte dentro como si fuera un saco de dormir de emergencia. No será lo más cómodo del mundo, pero puede salvarte de pasar una noche muy dura.
- Señal de socorro o prenda reflectante: Gracias a su acabado metálico brillante, las mantas térmicas son perfectas para llamar la atención en caso de rescate. Puedes agitarlas al sol, dejarlas en una zona elevada o formar letras visibles desde el aire. En carretera también te servirán para hacerte ver si caminas por el arcén o necesitas señalizar un vehículo averiado. Incluso puedes cortarla y llevar un trozo colgado en la mochila o la ropa como señal reflectante.
- Uso en primeros auxilios: Cuando alguien ha sufrido un accidente, mantener su temperatura corporal es crucial para evitar el shock térmico. Las mantas térmicas se usan habitualmente en rescates para cubrir a personas heridas, tanto en montaña como en carretera. También pueden ayudarte a improvisar una férula, un cabestrillo o incluso para cubrir una herida si no tienes otra alternativa.
- Aplicaciones en el mundo táctico y uso profesional: Si te mueves por el mundo del airsoft, te sorprenderá saber que muchos jugadores incluyen una manta térmica en su mochila para esperas prolongadas, bajadas de temperatura o emergencias reales durante partidas en zonas montañosas o aisladas. También es común su uso en entrenamientos tácticos, salidas de bushcraft, cuerpos de rescate o unidades militares, donde cualquier ventaja térmica puede marcar la diferencia.
Consejos para utilizarla correctamente
Aunque la manta térmica es un accesorio aparentemente sencillo, sacarle el máximo partido depende en gran medida de cómo la utilices. El primer punto clave es conocer cuál de sus dos caras utilizar en función del entorno. Si lo que necesitas es conservar el calor corporal, lo ideal es colocar la cara plateada hacia el interior, es decir, en contacto con el cuerpo. Esta disposición permite reflejar el calor que emite nuestro organismo y mantenerlo en el interior. En cambio, si lo que necesitas es repeler el calor externo, como puede suceder en condiciones de calor extremo o en zonas soleadas, la cara plateada debe ir hacia el exterior, para reflejar los rayos del sol y ayudar a mantener el cuerpo más fresco.
También es importante tener en cuenta el estado del cuerpo antes de envolverse con la manta. Si estás mojado, por lluvia o sudor, es recomendable secarte lo máximo posible antes de usarla. Esto se debe a que el agua en la piel puede interferir en la capacidad de la manta para retener el calor y, en lugar de ayudar, podría generar un efecto contrario al esperado. Además, el contacto directo con la piel mojada podría acelerar la pérdida de temperatura en lugar de prevenirla.
Otro aspecto importante es cómo colocarla sobre el cuerpo. Lo mejor es envolverlo por completo, cubriendo especialmente el tronco, los pies y la cabeza, ya que son las zonas donde más calor se pierde. Aunque no es una prenda que se ajuste como una chaqueta, sí conviene cerrar bien los bordes para evitar que el aire frío penetre por los laterales. Si es posible, es buena idea fijarla con algún elemento extra como cordones, cinta adhesiva o incluso meterla bajo otras capas de ropa o mochila para mantenerla en su sitio.
También hay que recordar que este tipo de mantas, aunque resistentes para su función, no están hechas para el uso prolongado o el trato brusco. Son finas, y si las desplegamos con prisas o las usamos en contacto con ramas o piedras afiladas, pueden romperse con facilidad. Lo mejor es manipularlas con cuidado, extenderlas sobre una superficie lisa antes de colocarlas y evitar usarlas sobre terrenos muy agresivos sin una capa extra que las proteja.
Por último, es fundamental incluir siempre una manta térmica en cualquier equipo de emergencia, pero sin depender únicamente de ella, simplemente tenerla en cuenta como un material de supervivencia más. Debe ser un complemento dentro de un conjunto de herramientas que te ayuden a sobrevivir en condiciones difíciles, junto con ropa térmica adecuada, una fuente de calor y un refugio básico. Bien usada, una manta térmica puede marcar la diferencia entre un mal rato y una situación de riesgo, así que conocerla y saber cómo sacarle todo el provecho es parte esencial del equipo de cualquier aventurero que se precie.
Beneficios y desventajas de las mantas térmicas de supervivencia
Como todo en la vida, no hay nada perfecto. Pero si valoramos la relación entre peso, utilidad y precio, la manta térmica es un auténtico must.
✔ Beneficios:
- Ligereza extrema: apenas notarás que la llevas encima.
- Tamaño compacto: cabe en cualquier bolsillo o compartimento.
- Multifuncional: calor, refugio, señal, aislante… lo tiene todo.
- Precio asequible: puedes permitirte tener varias, en el coche, la mochila o el botiquín.
✘ Desventajas:
- Poca durabilidad: si no la cuidas, se rasga con facilidad.
- Uso limitado a corto plazo: no sustituye un saco o una tienda, pero es ideal como medida de emergencia.
- Sensación incómoda: el material es ruidoso y algo rígido. No esperes dormir como en casa.
¿Dónde comprar mantas térmicas para tus aventuras de supervivencia?
Si has llegado hasta aquí es porque ya te estás planteando incluir una (o varias) en tu equipo. Y créeme, haces bien. En TSSM llevamos años equipando a profesionales, aventureros y apasionados del bushcraft con material probado, eficaz y duradero.
En nuestra tienda online encontrarás mantas térmicas de marcas reconocidas y fiables como MFH, tanto modelos básicos como otras versiones para equipar varios kits. Además, te asesoramos personalmente para ayudarte a elegir el modelo que mejor se adapta a tu tipo de salidas, clima habitual y necesidades específicas. Y por supuesto, hacemos envíos rápidos, seguimiento personalizado y contamos con un servicio postventa que responde.
Por último, nos gustaría recomendar 2 de los productos que mejor feedback han recibido por parte de nuestros clientes más aventureros:
La manta de socorro Alu MFH: Se trata de un modelo ligero ideal para rescates de emergencia y para llevar cómoda mente en tu equipo de supervivencia debido a sus dimensiones reducidas. Tiene unas dimensiones de 213x132 cm.
La manta de socorro Alu MFH Gold: Es un modelo muy similar al anterior elaborado en aluminio de color dorado, el cual hace más visible al usuario que la porte en ciertas situaciones de emergencia. También cuenta con unas dimensiones de 213x132 cm y destaca especialmente por su ligereza, color llamativo y versatilidad.
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