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Claves para escoger la mochila de hidratación adecuada

Los sistemas de hidratación han evolucionados mucho en los últimos años y su uso se ha extendido a muchas actividades deportivas y de montaña. Cada vez encontramos más diseños, formatos, capacidades... y materiales mejorados, tratándose de un producto en constante innovación.

Hay que tener en cuenta que no todos los sistemas de hidratación ofrecen las mismas soluciones y esto, junto a la amplia oferta, dificulta la elección del adecuado.

Entre los sistemas de hidratación que hay en el mercado nos encontramos mochilas-chalecos; botellas blandas, cinturones... si bien lo más utilizado son las mochilas de hidratación.


Mochilas tácticas de hidratación


La clásica mochila de hidratación cuenta con un amplio depósito que cada vez es más accesible. Las hay de distintas capacidades y las más modernas son cada vez más ligeras. SI bien es inevitable cargar el peso del agua en la espalda, permiten un uso amplio y adecuado para diferentes actividades, como las de bicicleta, running o trekking.

Entre las ventajas que ofrecen se encuentra el no tener que soltarse para beber, evitando realizar paradas si se está en marcha; su capacidad es mayor que la de una botella de mano; hidratarse resulta muy cómodo y fácil, por lo que tendemos a hacerlo con más frecuencia; e incluso proporciona cierta protección a tu espalda si se produce una caída.

Factores clave para elegir tu mochila


- Tamaño y capacidad: Lo principal es saber cuánto litros de agua o líquidos necesitas para la práctica que vas a realizar. Para realizar este cálculo hay que tener en cuenta la temperatura ambiental, nuestro peso, la duración.. y por supuesto el nivel de exigencia de la actividad.

También debemos pensar en qué cantidad de extras necesitamos llevar, para calcular la capacidad de carga que necesitamos en nuestra mochila táctica.

-Adaptabilidad: Debe adaptarse cómodamente al cuerpo, repartiendo el peso uniformemente y proporcionando estabilidad. La mochila debe contar con correas o cintas ajustables que permitan que se ciña a la espalda, pero sin llegar a resultar incómoda.

-Distribución en compartimentos: De nuevo dependiendo de la actividad, serán necesarios más o menos compartimentos que ayuden a organizar el contenido de la mochila. Tanto internos, para aquello que no necesitamos tener muy a mano, como externos, para todo aquello que precise de una acceso rápido. Incluso pueden incluir un portabidones externo cuando se necesite llevar más agua.

-Materiales: Los materiales de una mochila de hidratación deben ser resistentes a la par que ligeros. También es recomendable que sea impermeable, para no comprometer el estado de su contenido. Para evitar acumular humedad y aportar un plus de confort, la mochila debe ser transpirable, especialmente en la zona de la espalda y estar acolchada.







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